jueves, 27 de octubre de 2011

Considero que a través de ésta lectura uno se puede dar cuenta de las diferencias que existen entre el habla y la escritura (y el impacto que éstas tienen en la sociedad) diferencias como la marcada carencia de fuerza ilocucionaria en la escritura, que nos lleva a no tener clara la intención del autor, al no contar en el texto con la información de cómo debe ser tomada e interpretada la lectura; una diferencia negativa para el habla, es que aunque la persona que está dando el discurso, también esté difundiendo la intención que tiene a través de la entonación o la actitud, es un medio de transmisión de conocimiento etéreo, ya que tan solo se pasa de boca en boca y a menos que alguien lo transcriba, no son palabras que trasciendan en el tiempo, y es a través de éstas diferencias que di como ejemplos y muchas otras, que yo considero que el habla y la escritura escrita se encuentran en una balanza nivelada, en la que una no es más que la otra, ya que aunque cada una cumple la función de dar conocimiento, cada una tiene sus divergencias que la hacen funcionar de acuerdo al contexto, al espacio-tiempo, etc... Y como último punto me gustaría decir que la lectura es una fuente importante de aprendizaje, sin embargo no constituye el 100% de éste, ya que también se puede adquirir con el habla como los griegos lo hacían  o o con el empirismo derivado de la percepción.

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